¡Dorada a la sal!
Bienvenidos a nuestra fascinante sección dedicada a la reina de los mares: la dorada. En "El Peixet", creemos que la dorada no es solo un pescado, ¡es una obra maestra culinaria esperando a ser descubierta en tu propia cocina!
Descubre la Elegancia de la Dorada
Dorada a la sal.
Sumérgete en el método clásico de cocinar dorada a la sal, pero con un giro moderno. Compartiremos contigo nuestra receta única que realza los sabores naturales del pescado, creando una experiencia culinaria inolvidable.
INGREDIENTES
- 2 doradas de ración (600-700 gramos cada una). Sin tripas, sin aletas, pero con escamas.
- - 2 Kg de sal extra gorda, especial pescados a la sal
- - 500 g. de sal fina
- - 1/3 vaso de agua (para mezclar la sal)
- PROCESO
- 1- Precalentamos el horno a 200º C, en la función “calor arriba y abajo”.
- 2- En un bol grande, mezclamos la sal gorda con la fina. Añadimos el agua y vamos entremezclando con la ayuda de los dedos. Primero echamos la mitad del agua, mezclamos y luego añadimos el resto, repitiendo el proceso.
- 3- Comenzamos preparando la base o “cama” de sal en la bandeja del horno. Con ayuda de la palma de las manos, hacemos una capa de aprox. medio centímetro. Colocamos el pescado sobre la sal.
- 4- Tapamos las doradas con una capa de sal bien compacta, apretando con las manos, para luego retirarla con facilidad. Dejamos la cola y la parte de la cabeza (a partir del ojo) al descubierto.
- HORNEADO
- 1- Introducimos la bandeja en la parte central del horno y horneamos. Recordad la proporción de 20 minutos por kilo de pescado, y el truco de examinar el ojo. Al estar cubierta por la sal, para saber cuándo estará en su punto la dorada, dejaremos el ojo al descubierto.
- 2- Cuando esté totalmente blanco, esto nos indicará que podemos retirar el pescado del horno. No abráis el horno durante la preparación, para que no varíe la temperatura.
- 3- Terminado el tiempo de horneado, retiramos el pescado y le quitamos la capa de sal cuanto antes, para que no siga haciéndose dentro de la costra. Debemos retirar la costra de sal para evitar que la dorada siga cocinándose en su interior. Con la ayuda de un cuchillo, la cascamos en el contorno y la retiraremos fácilmente. Comprobaréis como la piel del pescado sale con mucha facilidad. Esta receta vale también para pescados similares: lubina, corvina, besugo, sargo, etc.
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